Vivimos en la época de la imagen, y cómo no, la sonrisa es una parte fundamental de nuestro aspecto y presencia. Actualmente existen multitud de tratamientos dentro de la odontología estética, pero queremos destacar uno cuya demanda ha aumentado mucho en los últimos años: el blanqueamiento.
El blanqueamiento dental, tal y como su nombre indica, consiste en blanquear el tejido dental mediante la aplicación de productos químicos sobre la superficie del diente. Existen multitud de técnicas, productos, concentraciones, que las casas comerciales brindan al odontólogo para conseguir que el paciente, de una forma conservadora, mejore su estética dental “haciendo sus dientes más blancos”.
Aplicar estos productos sin la supervisión de un profesional conlleva muchos riesgos. Estamos aplicando productos que con un mal uso podría tener consecuencias negativas en la salud oral. Es por ello que previo a un tratamiento blanqueador es necesario tener una adecuada salud oral, ya que este tipo de productos puede agravar un problema fácilmente solucionable.
No todo el mundo es candidato a recibir un blanqueamiento, aparte de tener una adecuada salud oral, hay que hacer un estudio exhaustivo de los hábitos higiénico-dietéticos del paciente así como tabaquismo, apretamiento de dientes (bruxismo)… También es un factor pronóstico muy importante el tipo de discoloración y su etiología, es decir, antes de realizarse un blanqueamiento hay que determinar cuál es el color del diente para así establecer un pronóstico (hasta donde podemos llegar), qué ha producido el cambio de color, todo ello para que nuestro tratamiento perdure el máximo tiempo posible en el tiempo.
Determinar el color del diente es una faceta muy controvertida, ya que tenemos un alto grado de subjetividad en la percepción del mismo, de hecho, un operador puede determinar que un diente tiene un tono amarillo, mientras que otro lo cataloga de color marfil.
Es por ello que existen guías prefabricadas de los colores dentales más comunes y mediante comparación podemos determinar a qué muestra de la guía de color se parece el diente que queremos clasificar. La determinación del color dental mediante comparación presenta también muchos sesgos en la clasificación del mismo. Hoy en día disponemos de aparatos electrónicos, colorímetros y espectofotómetros que nos permiten determinar el color dental de un forma objetiva y eliminando el posible sesgo que tendríamos en la percepción del color por nuestros propios ojos.
Existen diferentes tipos de técnicas de aplicación del producto blanqueador:
Clínica
Se utiliza peróxido de hidrógeno de alta concentración que varía entre un 30 -40 %, generalmente activado por luz, lo cual aumenta la eficacia del tratamiento. Se trata de sesiones de aproximadamente 1 hora en la que se aplica varias veces el producto, siendo un tratamiento de “choque”.
Domiciliario
Se trata de un tratamiento en el cual el paciente se tiene que aplicar durante un periodo de tiempo (2 – 3 semanas) y mediante cubetas hechas a medida un producto, el cual está basado en peróxidos, bien sea de hidrógeno a bajas concentraciones (3 – 6 %) o peróxido de carbamida a 10 – 20 %.
Combinado
Tratamiento que por el tipo de discoloración necesitan combinación de ambas técnicas, tanto clínico como domiciliario.
Interno
Quizá esta técnica sea la más desconocida por los pacientes. Este tratamiento se realiza cuando tenemos una discoloración puntual en un diente.
Normalmente este tipo de patología del color, en el cual un diente adquiere un color intenso amarillento o negruzco es secundario a un traumatismo o tratamiento de conductos (endodoncia o “matar nervio”).
Existen diferentes posibilidades para tratar estéticamente este tipo de casos, carillas porcelana, coronas, composites…
Una de las formas de tratar un solo diente que tiene otro color diferente al resto de los de la misma arcada es mediante el blanqueamiento interno. Para ello el diente debe cumplir una serie de requisitos de salud dental que el profesional debe evaluar, entre otros tener una correcta salud periodontal y una endondoncia con un sellado cavitario correcto.
Con el blanqueamiento interno se pueden llegar a corregir alteraciones del color graves, consiguiendo resultados espectaculares, para ello el caso debe ser bien elegido y tratado, ya que existen también diferentes técnicas y productos que aplicar.
A continuación os presentamos un caso tratado recientemente en nuestra clínica mediante la técnica de blanqueamiento interno. Se trata de una paciente que acude a la unidad de conservadora y endodoncia porque “le preocupa el color del diente”.
El diagnóstico del diente fue una necrosis pulpar post-traumatismo. Se le realizó el tratamiento endodóncico con una barrera de composite fluido para evitar posibles efectos secundarios tales como la resorción cervical. Se aplicó la técnica de walking bleaching, que consiste en dejar dentro del diente una bolita de algodón impregnada en gel blanqueador de alta concentración, en este caso, Opalescencendo de la casa Ultradent, el cual contiene peróxido de hidrógeno al 35 %. Se recambiaba el producto periódicamente, hasta conseguir el color deseado. Se le instruyó al paciente sobre los hábitos higienico-dietéticos que debía llevar.
Se hicieron 3 sesiones, en cada una de ellas se midió el color con espectofotómetro, obteniendo la siguiente secuencia de color según la guía vita:
C4 – C2 – D2 – A1
El resultado se observa en las fotografías de seguimiento que presentamos al inicio del articulo.
Trabajo realizado por el Dr. Ignacio Domenech en la Clínica Martinez Canut.