1 junio 2010
blanqueamiento dental

Una gran parte de la información que tiene la población general sobre el blanqueamiento dental, llega a través de reclamos publicitarios que parecen competir en su oferta de rapidez y eficacia; incluso se aseguran mejorías en el color de hasta cuatro tonos de una forma generalizada. Otros reclamos ponen el énfasis en utilizar una técnica concreta que supera en eficacia a las demás, como sucede, por ejemplo, con el láser.

La divulgación de este tipo de información ha dado lugar a una serie de tópicos que nos gustaría tratar, puesto que de alguna manera se alejan de la realidad. Entre los tópicos más extendidos, destacamos estos cuatro:

1. “Blanqueamiento rápido”

Existen centros que ofertan blanqueamiento rápido como si el objetivo prioritario fuese ahorrarle tiempo al paciente, blanqueando sus dientes tan pronto como entra en la consulta. El caso más sorprendente lo encontramos casualmente haciendo turismo: ¡Una clínica en mitad de la calle, ostentando el record de blanqueamiento en 20 minutos! Esta agilidad en el trato es, sin duda alguna, cautivadora, pero la realidad dista mucho de esta alternativa tan idílica.

Los blanqueamientos rápidos no pueden estar en consonancia con el requisito ineludible de asociar al blanqueamiento la salud previa. Un estado de salud que debe confirmarse con la exploración clínica y radiográfica oportuna. Sin esta exploración nos adentramos en el límite del riesgo, al hacer blanqueamiento en dientes con caries o con encía enferma. Aquí es donde está el peligro real de un blanqueamiento mal indicado.

Junto al argumento anterior, es lógico considerar que para que un blanqueamiento sea realmente eficaz, debe realizarse sobre dientes totalmente limpios y pulidos, es decir, hace falta una limpieza dental exhaustiva.
A la vista de estos razonamientos, la realidad es que un tratamiento de blanqueamiento rara vez puede hacerse correctamente de una “manera rápida”.

2. “Resultados garantizados en una sola sesión”

Es seguro que tras una sesión intensa de blanqueamiento logremos aclarar el tono de los dientes, pero en este caso, las preguntas serían: ¿cuánto se aclaran? y ¿durante cuánto tiempo? Garantizar de una manera rutinaria una mejoría de cuatro tonos, por ejemplo, se aleja de la realidad.

En primer lugar, los blanqueamientos intensos en una sola cita logran unos resultados que varían enormemente entre pacientes y entre sus mismos dientes, dependiendo de múltiples factores. Pero, independientemente de esta supuesta eficacia de cuatro tonos, que es recomendable valorar de forma objetiva (con espectrofotometría, por ejemplo, y no con métodos subjetivos, como las guías de color), la realidad es que pasadas una o varias semanas, la eficacia va reduciéndose. Como norma, cuanto más rápido se aclare un diente, antes se perderá el resultado obtenido. Por el contrario, los blanqueamientos más eficaces y duraderos se obtienen de una manera paulatina, con paciencia.

Foto de antes y después de una única sesión clínica de blanqueamiento

(El resultado es tan solo medianamente bueno)

3. “El blanqueamiento es para siempre”

Tal vez sea este el tópico más alejado de la realidad, porque es inevitable que los dientes vuelvan a oscurecerse con el tiempo. De ahí, la importancia de lograr el resultado más estable posible y de instaurar el programa de mantenimiento o de refuerzo más eficaz en cada persona, adaptado a las peculiaridades de su dentición.

4. “Determinada técnica es mejor que otra”

El resultado más eficaz del blanqueamiento se obtiene seleccionando y adaptando la técnica de una forma personalizada; no se trata tanto de la técnica en sí, como de su individualización.

Mucha gente cree que el blanqueamiento depende en gran medida de la aplicación de una luz, como por ejemplo el láser, pero en realidad, la clave de este tratamiento está en un producto químico: el agente blanqueador, que libera oxígeno, con o sin luz, para que éste actúe sobre el diente. La luz puede acelerar el proceso químico del blanqueamiento y aunque no existe un tipo de luz mejor que otra, ésta debe ser fría, para evitar el daño potencial del calor sobre el diente.

Sobre la técnica más empleada por nosotros, habitualmente preferimos combinar el blanqueamiento más intenso, en clínica, una o varias sesiones, con aquel menos intenso y más prolongado, realizado con férulas hechas a medida para la aplicación del producto en casa. Estas mismas férulas son las que pueden emplearse para los refuerzos periódicos.

Blanqueamiento combinado (en consulta y en casa) de 6 semanas de duración

Publicado en: Estética