27 julio 2011
instrumentos clínica dental

Existe una variedad de enfermedad periodontal, denominada Gingivitis Ulcero-Necrotizante Aguda (GUNA) que se presenta especialmente entre la gente joven. Consiste en una rápida destrucción de las papilas, que es la encía con forma triangular entre los dientes. La destrucción de estas papilas deja lechos de tejido necrótico, gris amarillento, doloroso y sangrante, acompañado de olor fétido.

Lo peligroso de no tratar a tiempo estas lesiones es que evolucionen hacia la pérdida de las papilas, quedando huecos antiestéticos entre los dientes. De ahí la importancia del diagnóstico y el tratamiento precoz.

Las bacterias que producen esta enfermedad son bien conocidas y pueden eliminarse con el tratamiento antibiótico y mecánico oportuno. La pérdida de las papilas puede evitarse, aunque no siempre, si se instaura ese tratamiento en las primeras fases de la enfermedad.

Es destacable el hecho de que existen unos factores que predisponen claramente a la enfermedad, de manera que las mismas bacterias harían más daño en algunas personas que en otras. El punto de partida sería no cepillarse los dientes o hacerlo mal, coincidiendo con situaciones en las que bajan las defensas: el estrés –estar de exámenes, por ejemplo-, el fumar, la malnutrición, los hábitos no saludables y en general la despreocupación por la salud general.

En nuestra consulta nos ha llamado poderosamente la atención el aumento de la enfermedad en los últimos años y la existencia de perfiles muy típicos de pacientes jóvenes. De entre estos destacaríamos quienes “salen demasiado de marcha” y quienes “lo dan todo en los exámenes finales, cuidándose poco”. Es también muy típico que los padres vengan acompañando a sus hijos, sospechando lo que pasa. Cuando el dentista termina de informar sobre la causa, llega el momento de los padres: “Lo ves, si ya te lo decía yo, tanto trasnochar…y a saber lo que tomarás por ahí” o “si es que no te organizas y lo dejas todo para el final, esa no es forma de estudiar”.

Los padres se ponen a veces muy pesados. Los padres de la paciente cuyas fotografías presentamos (Fig. 1), también, pero gracias a ellos y a la colaboración de la paciente, logramos detener la enfermedad y evitar la pérdida irreversible de sus papilas.

Fig. 1

Publicado en: Periodoncia